12 de agosto de 2015.

Querido Andrés:

Mejor amigo, vaya como han sucedido las cosas ¿no es así? ahora mismo debes estar en la otra punta del continente, conociendo nuevas personas y creciendo como nunca antes. Como en la fecha lo dice hoy es 12 de agosto, es decir esta carta la escribo contigo en Ecuador, contigo cerca básicamente. Hoy ha sido un día muy "especial" por así decirlo, hoy he tomado la decisión de regalarte una de las cosas que más quiero en este mundo, te he regalado mi mayor miedo encuadernado en un libro, en una obra maestra "Amigos se escribe con H". Y simplemente será de eso lo que hoy te hablaré, quiero empezar contándote la manera en que ese libro se volvió especial en mi vida, como llegó a mi y como despertó en mi la necesitad de tener el recuerdo de quienes había olvidado por dolor.

Nada es como se planea querido amigo,la gente dice adiós y descubrimos mentiras  todos los días  y creo que eso ya lo sabemos, yo solo tenía 11 años cuando una catástrofe me golpeo por primera vez, mis demonios se volvieron realidad y mi presente mi infierno, recuerdo verme perdida entre las personas de esta pequeña ciudad, aun mantengo en mi todos los pensamientos que por esos momentos cruzaban mi cabeza, lo más triste de todo es que aun en mi hay retazos de esa catástrofe, pero no me malinterpretes querido amigo, que en mi quede todos esos recuerdos no hacen de mi malos sentimientos, al contrario me hacen aprender, permíteme te lo explico mejor. Recuerdo que estaba en una de las sesiones con Belén (mi psicóloga) cuando ella me dijo algo que cambió mi vida para siempre " tú no los odias, solo tienes miedo, tienes miedo a la memoria" fueron esas palabras las que cambiaron mi mundo en solo unos segundos, recuerdo haberle preguntado de que libro eran aquellas palabras y ella solo se rió, me dijo " Espera Camilita, aquel  tesoro llegará por si solo" y fué justo así como llego, de repente sin aviso, al cabo de unas semanas tenia un paquete de una buena amiga de madre, me había enviado amigo se escribe con h.

Recuerdo haber tomado esa pequeña versión de María Fernanda  Heredia entre mis manos, era el primer libro que me interesaba leer, esa misma tarde lo empecé a leer y para la noche me había descubierto como ser humano, había descubierto mi mayor miedo ... mi miedo a la memoria. 

Y es así como llego a mi aquel tesoro. Andrés ... no puedo pedirte que me recuerdes todo el tiempo, tampoco que  pienses en mi todos los días como seguro yo lo haré pero sí puedo pedirte algo,no me olvides querido amigo, recuerda siempre todo lo que hemos vivido, las tonterías por las que hemos reído y las lágrimas que más nos han unido, piensa en todo lo que tenemos por vivir y lo mucho que nos queda por experimentar , niño único ya no estas solo, ahora tienes una hermana que aunque tenga miles de cables zafados te ama con su vida entera.  Porque eres mi confidente, mi psicólogo y mi psiquiatra, te amo.

Camila Cruz Andrade.